miércoles, 2 de septiembre de 2009

La generación o sea

En el ensayo “La generación o sea”, Luis Rafael Sánchez hace una crítica a la generación que no tiene un vocabulario amplio o una buena fluidez verbal. El autor demuestra este punto presentando la contestación de un estudiante ante su pregunta sobre una novela. La contestación fue: “o sea que el personaje se suicida a sí mismo con pastillas de dormir, o sea que el personaje se mata a sí mismo, o sea con…”. Se ve claramente la falta de vocabulario, la repetición de la misma idea y de la frase “o sea”, la cual el autor define como un recurso ciego de la lengua y me imagino que se refiere a que es una frase que no completa nada y en vez de aclarar un punto lo que hace es confundir.

El autor llama “generación o sea” a aquéllos que no utilizan el vocabulario correctamente para llamar los objetos por su nombre. Muchas veces cuando nos dirigimos a alguna persona, utilizamos frases como “el deso”, “el coso”, “la cuestión esa” y “la cosa que está encima de aquello” para referirnos a algún objeto. Lo decimos con toda la seguridad de que la persona conoce a qué nos estamos refiriendo y en vez de dedicarnos a buscar la palabra correcta nos resignamos a utilizar dichas frases. Luego de leer el ensayo me acordé de un anuncio de televisión que salió un tiempo atrás, que decía “lenguaje defectuoso, pensamiento defectuoso”. Lo que tenemos en la mente es lo que usualmente decimos y para poder hablar con propiedad debemos educarnos y ampliar nuestro vocabulario.

Utilizar frases como las ya mencionadas se ha convertido en un problema en la sociedad puertorriqueña. Quizás son utilizadas por costumbre o porque es lo que aprendimos en nuestro hogar, pero la realidad es que no nos permiten comunicarnos de una manera eficaz. El autor menciona, y esto es algo con lo que estoy de acuerdo, que esta falta de vocabulario se debe a la educación ambivalente que hemos recibido. Hace falta reforzar la educación en algunas áreas para que nuestro modo de comunicación mejore, no haya confusiones y todos nos podamos entender.

martes, 1 de septiembre de 2009

Pulseando con el difícil

En su ensayo “Pulseando con el difícil”, Ana Lydia Vega hace una descripción de su educación en la niñez y a la vez, hace un debate entre dos idiomas: el inglés y el español. Hace una anécdota de la manera en que tuvo que aprender a hablar inglés en una escuela de monjas, donde hasta cierto punto se sintió obligada a aprender un idioma que no era el suyo. Me parece curioso el apodo que le dio al inglés (“el difícil”) porque sé que a muchas personas se les dificulta dominar el idioma cuando no es su lengua materna. Me imagino que para la autora también fue difícil y más si el resto de su familia y amistades le hablaban en español, creándole confusión entre los dos idiomas.

Hay muchos puertorriqueños que tienen diferentes puntos de vista al tocar el tema de los idiomas. Hay quien piensa que aprender inglés es sinónimo de progreso, desarrollo y superioridad, lo que menciona la autora en su ensayo, mientras hay quienes no les interesa aprenderlo porque quizás piensan que no les hace falta. La realidad es que la lengua materna de Puerto Rico es el español, pero el inglés se ha incorporado a la cultura y hay quienes le han dado más peso. Creo que el inglés sí es importante y beneficioso, pero no debemos quitarle mérito al español. Es por eso que estoy de acuerdo con la manera en que la autora finaliza su ensayo al cambiar su forma de ver el inglés (como algo impuesto) y verle el lado bueno. También estoy de acuerdo con lo que plantea en una parte del ensayo al decir: “Habría, en primer lugar, que declararla [al inglés] de una vez por todas y sin ambagos, lengua extranjera”. Creo que el inglés es una lengua importante para nuestro desarrollo, pero sin olvidarnos del español y darle la importancia que merece.

Al final del ensayo, la autora presenta algunas ideas para mejorar la enseñanza del inglés en Puerto Rico, las cuales me parecen muy interesantes y acertadas. La primera es que se debe establecer cuál es la lengua materna y enseñar el idioma sin imponerlo de manera que nadie se sienta obligado a aprenderlo ni nazca en ellos rebeldía hacia el mismo.La segunda es fortalecer el estudio del español ya que, según la autora: “un pueblo seguro de su lengua propia puede encarar, sin miedo y con orgullo, el conocimiento de otras…”. Creo que estas dos ideas pueden ayudar a nuestro pueblo a aprender no sólo el inglés, sino otros idiomas. Conocer idiomas como el francés, el italiano, el portugués, etc. nos abre muchas puertas y aunque no los utilicemos en nuestra vida diaria, tendremos esa semilla de conocimiento sembrada. La autora expone claramente que el ampliar la enseñanza de lenguas extranjeras es favorable para todos y creo que siempre debemos tener esas palabras en cuenta.

Documental: "Ser Puertorriqueño"

El documental “Ser Puertorriqueño” me pareció muy interesante por la forma en que describe la personalidad puertorriqueña. Comienza explicando el desarrollo de los puertorriqueños y cómo se formó nuestra identidad con la mezcla de tres razas: la indígena, la africana y la española. Además, explica claramente los rasgos que nos distinguen, como por ejemplo, el que somos un pueblo unido, alegre, entusiasta, fuerte, hospitalario y orgulloso de nuestra patria. No sólo eso, en Puerto Rico se han desarrollado personas con mucho talento, como artistas, músicos, compositores, escritores, deportistas, etc. Esto hace que cada puertorriqueño siempre esté con su frente en alto, orgulloso de dónde vino y de lo que es.

Otro de los temas presentados en el documental es el hecho de que no hace falta nacer en Puerto Rico para sentir que somos puertorriqueños. Existen muchas personas que no han nacido en la Isla, pero viven aquí y a través de los años ha incorporado la cultura y costumbres a su estilo de vida. Se sienten tan puertorriqueños como los que sí han nacido aquí. Por otro lado, están las personas que han nacido en P.R., pero han tenido que emigrar a los Estado Unidos e instalarse en lugares como Nueva York (lo que el documental describe como el pueblo más grande de P.R. ya que son muchos los puertorriqueños que viven allí). Son personas que a pesar de vivir fuera de la Isla, no olvidan sus raíces y las llevan consigo dondequiera que se encuentren.

Independientemente de dónde nos encontremos, nos podemos distinguir de otros pueblos. Nuestro estilo de vida, nuestra forma de expresarnos, la manera en que nos proyectamos ante los demás y nuestras tradiciones nos destacan y es algo que debemos conservar. Así como se presenta en el documental, debemos tener conciencia de quiénes somos y no abandonar nuestras
costumbres para lograr que nuestra cultura se mantenga a lo largo de las generaciones.