Esta historia narra cómo los indios taínos ahogaron en uno de los ríos de la Isla, a un español llamado Salcedo. Los indios, para experimentar si los españoles eran inmortales como se pensaba o no, deciden ahogar a uno de ellos. Como muchos sabemos, cuando los españoles llegaron a la Isla por primera vez, los indios los vieron con asombro y hasta pensaron que eran dioses o que provenían de otro planeta. De ahí surge la creencia de que los españoles eran inmortales. Como los españoles abusaban de ellos, no soportaron el maltrato y quisieron rebelarse. Recuerdo que esta historia del ahogamiento de Salcedo, me la enseñaron cuando estaba en la Escuela Superior y nunca se me olvida porque fue la que dio paso a la rebelión de los indios en contra de los españoles. Como el tema general de esta historia cae dentro del nacimiento del ser puertorriqueño, refleja esa rebelión indígena que considero como uno de los factores influyentes en el desarrollo de la identidad puertorriqueña. Así como los taínos, los puertorriqueños somos fuertes, decididos y dispuestos a luchar por nuestros derechos en el momento que sea necesario. Muchos puertorriqueños, y esto es uno de los rasgos que nos identifica, tenemos un impulso que nos permite decir: “Basta ya” cuando nos sentimos atacados o recibimos un trato injusto y que no merecemos, sea la situación que sea.
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