jueves, 15 de octubre de 2009

A Puerto Rico (Ausencia)

José Gautier Benítez escribe esta poesía romántica para expresar el profundo amor que tiene por su patria. A través de los versos, la elogia, destacando su belleza y sus cualidades, tal como lo haría un hombre con su amada para demostrar el amor que le tiene y cuánto significa para él. El autor se encontraba lejos de Puerto Rico y esto lo hizo reflexionar en el valor que tiene su tierra. En los siguientes versos puede percibir su anhelo de regresar: “En vano me trajo Dios a un suelo distante”. Me parece que el autor muestra un poco de frustración porque sintió que de nada le sirvió haberse ido de Puerto Rico. Sin embargo, aun en la distancia, no hay barrera que lo separe del amor de su tierra y reconoce que sin ella no podría vivir. Por eso me encantan estos versos que presenta: “yo que por tu amor deliro, que lejos de ti suspiro, que lejos de ti me muero”. Creo que todo aquel puertorriqueño que ama su tierra debe expresar ese sentimiento porque la tierra en que nacimos es mucho más que una pequeña isla rodeada de agua. Ella forma parte de de lo que somos y debemos valorarla y protegerla en todo momento.

Alguien me dijo una vez estas palabras: “a veces hace falta perder algo de valor para darte cuenta de lo mucho que significa para ti”. Estas palabras las puedo aplicar al sentir del autor porque aunque en ningún momento perdió su patria, el simple hecho de estar lejos de ella lo hizo conocer el valor que tiene. Incluso, conozco personas que han salido de Puerto Rico en busca de un mejor porvenir y no han logrado adaptarse. Dicen que no hay nada mejor que su tierra y lo que desean es regresar.

Este ha sido uno de los mejores poemas que he leído porque muestra un puertorriqueño entregado a su patria, que también es la mía. Además nos muestra que independientemente del lugar en que estemos, no olvidaremos nuestras costumbres y nunca perderemos nuestra esencia.

Cuando era puertorriqueña

Cuando era puertorriqueña es una novela autobiográfica escrita por Esmeralda Santiago. Nos narra con detalle los eventos que marcaron su vida durante su niñez y adolescencia y que a la misma vez son parte del desarrollo de la personalidad puertorriqueña. De primera instancia el título de la novela me causó confusión porque me cuestioné cómo yo puedo ser puertorriqueña y más adelante dejar de serlo. Luego de leer la novela, descubrí que ese título no es literal porque la autora no dejó de ser puertorriqueña, simplemente al mudarse a los Estados Unidos, tuvo que introducir la cultura norteamericana a su vida, la cual influyó en su desarrollo.

Uno de los aspectos importantes de esta novela fue que Esmeralda se crió en tiempo en que la sociedad aceptaba el machismo y establecía que la mujer debía estar sometida a su esposo. Su madre sufrió las infidelidades de su esposo, pero siempre lo perdonaba; asumo que eso Esmeralda no lo entendía, porque aunque amaba a su padre, no aplaudía lo que hacía y mucho menos entendía por qué su madre no le ponía un alto. Más adelante, su madre se independizó, no aguantó más el abuso y sufrimiento y se ve en la obligación de trabajar como costurera. Para mí fue la mejor decisión que tomó, e incluso yo hubiera hecho lo mismo desde un principio, pero a raíz de esto, tuvo que soportar las críticas de sus vecinos por cambiar una regla social al ser una mujer sola y trabajadora. No hubo ningún pecado en eso, al contrario, fue una manera de probar que la mujer puertorriqueña es autosuficiente.

Otro aspecto importante, es el proceso de americanización por el que pasó Esmeralda junto con otros puertorriqueños. Ese proceso comenzó en la Isla cuando los norteamericanos fueron implantando su cultura en la Isla, lo cual fue de asombro para ella porque tuvo que acostumbrarse a vivir con una mezcla de culturas. Este proceso de acoplamiento fue difícil, sobre todo cuando se mudó con su familia a Nueva York, viéndose en la obligación de dejar atrás su tierra. Tuvo que adaptarse a un nuevo estilo de vida, a un nuevo lenguaje y a unas costumbres nuevas. A pesar de este cambio, las reglas de su hogar permanecían igual, lo que refleja que en ningún momento dejó de ser puertorriqueña. Al contrario, tenía admiración y respeto por su cultura, tanto así que en ocasiones se sentía como una traidora al querer hablar inglés y estar a gusto con la cultura norteamericana. Prácticamente, terminó convirtiéndose en una híbrida, al tener que utilizar la fusión de las dos culturas para que contribuyeran en su desarrollo sin olvidar de dónde había salido.

Este proceso de mezclar la cultura norteamericana y la cultura puertorriqueña, lo hemos vivido todos los puertorriqueños. Somos considerados parte de los estados Unidos y eso conlleva adoptar cambios en nuestra cultura tales como, aprender un nuevo idioma y aplicar nuevas costumbres como la forma en que vestimos y la comida que ingerimos. El saber cómo implantar una nueva cultura y mezclarla con la nuestra sin perder la esencia de quiénes somos, nos ha caracterizado como pueblo. No creo que haya sido fácil introducir a nuestro estilo de vida una nueva cultura sin dejar que ésta opaque nuestro verdadero ser y creo que como puertorriqueños lo hemos logrado.

Foto Journal - Cuando era puertorriqueña




El puertorriqueño

En este poema, Manuel Alonso presenta las características del puertorriqueño en el siglo 19. Comienza con una descripción física (“color moreno, frente despejada…rostro enjuto”) y termina con la descripción de la personalidad al destacar que es justo, humano, afable y dadivoso. Además de esas descripciones, el autor muestra el orgullo que tiene por ser puertorriqueño en la última estrofa del poema: “Y en amor a su patria insuperable: este es a no dudarlo, fiel diseño para copiar un buen puertorriqueño”. Aquí el puertorriqueño es presentado como un modelo digno a seguir, por tener características que lo hacen ser un hombre de bien. Entiendo que las personas cambian con el pasar del tiempo y que la personalidad puertorriqueña evoluciona y se desarrolla poco a poco.

El puertorriqueño actual ha cambiado mucho en las pasadas décadas. Los valores, las costumbres, el modo de expresarse y la interacción que tiene con sus allegados, son algunas características que lo distingue del puertorriqueño del siglo 19. No se puede negar que rasgos presentados en el poema siguen vigente en el puertorriqueño actual, como el que sea “afable” o con el “pensar inquieto”, pero definitivamente no podemos decir que el puertorriqueño se ha mantenido igual durante todos estos años.

Ay, ay, ay de la grifa negra

Este poema escrito por Julia de Burgos presenta una realidad en la que vivimos y me llevó a identificarme con el mismo. Existen personas que acostumbran a clasificarse según su raza diciendo: “Yo soy blanco”, “yo soy negro” o “yo soy trigueño” cuando la realidad del puertorriqueño es que somos una mezcla de tres razas (la del indio taíno, el español y el africano). Independientemente unos tengan la tez más blanca o más oscura que otros, llevamos en la sangre una mezcla de razas que nos identifica como puertorriqueños.

Me gustó la postura que asumió Julia de Burgos en este poema y el orgullo que tiene por su raza negra al defenderla a capa y espada. La defendió sin vergüenza alguna y hasta ataca a los españoles: “Ay ay ay, que el esclavo fue mi abuelo, es mi pena, es mi pena. Si hubiera sido el amo, sería mi vergüenza; que en los hombres, igual que en las naciones, si el ser el siervo es no tener derechos, el ser el amo es no tener vergüenza”. Con estos versos, la autora le da alta importancia a la raza negra, pues está consciente del sufrimiento y el maltrato que experimentaron los esclavos africanos en la Isla. El que hayan sido esclavizados, su raza no queda sin méritos porque forma parte de nuestra identidad.

Existen personas que han llegado a tratar la raza negra como la más inferior de todas, pero ya me imagino a Julia de Burgos en ese entonces: una mujer que siempre caminaba con su frente en alto, orgullosa de su raza. Sea la raza que sea, todas tienen su propio potencial y debemos estar orgullosos de cada una de ellas, pues han aportado un granito de arena a nuestra formación y desarrollo.

El ahogamiento de Salcedo

Esta historia narra cómo los indios taínos ahogaron en uno de los ríos de la Isla, a un español llamado Salcedo. Los indios, para experimentar si los españoles eran inmortales como se pensaba o no, deciden ahogar a uno de ellos. Como muchos sabemos, cuando los españoles llegaron a la Isla por primera vez, los indios los vieron con asombro y hasta pensaron que eran dioses o que provenían de otro planeta. De ahí surge la creencia de que los españoles eran inmortales. Como los españoles abusaban de ellos, no soportaron el maltrato y quisieron rebelarse. Recuerdo que esta historia del ahogamiento de Salcedo, me la enseñaron cuando estaba en la Escuela Superior y nunca se me olvida porque fue la que dio paso a la rebelión de los indios en contra de los españoles. Como el tema general de esta historia cae dentro del nacimiento del ser puertorriqueño, refleja esa rebelión indígena que considero como uno de los factores influyentes en el desarrollo de la identidad puertorriqueña. Así como los taínos, los puertorriqueños somos fuertes, decididos y dispuestos a luchar por nuestros derechos en el momento que sea necesario. Muchos puertorriqueños, y esto es uno de los rasgos que nos identifica, tenemos un impulso que nos permite decir: “Basta ya” cuando nos sentimos atacados o recibimos un trato injusto y que no merecemos, sea la situación que sea.

Lolo Manco

Este cuento presenta el proceso de industrialización de Puerto Rico y cómo el puertorriqueño pasó de trabajar en el campo a trabajar en las fábricas. Este proceso comenzó en la década de los años 50 cuando se abrieron en la Isla varias fábricas con oportunidades de empleo para el pueblo. Muchos de los campesinos dejaban atrás sus fincas para ir en busca de un mejor porvenir al trabajar en estas fábricas. Este fue el caso de Lolo Manco, quien al vivir en una finca donde no consideraba que tuviera una buena cosecha, decide emigrar al pueblo y comenzar a trabajar en una fábrica de ventanas. Se hizo un hombre productivo y al parecer todo le iba muy bien, pero sin darse cuenta, vivía mecanizado en su rutina de vida. Aquí entra una de las características del pueblo puertorriqueño, pues en los últimos años nos hemos acostumbrado a vivir casi como esclavos del trabajo para poder sustentarnos. Vivimos en una época en la que casi todo gira alrededor del consumismo y es impresionante ver como en los tiempos de antes, los puertorriqueños vivían bien con lo poco que tenían, sin embargo, hoy día es todo lo contrario; hasta lo que no es necesario, lo tenemos y trabajamos para obtenerlo. Lolo manco se da cuenta que casi se había convertido en un robot, cuando al perder una mano en un accidente en la fábrica, decide regresar a su finca y ve que ésta ya había dado buena cosecha. Lolo no tenía la necesidad de abandonar su hogar pues todo lo necesario ya lo tenía. Creo que él es un personaje que representa a aquellos puertorriqueños que viven sólo con la urgencia de trabajar (mecanizados) y ganar dinero para poder cumplir con sus obligaciones.

En el fondo del caño hay un negrito

Al igual que el cuento “Lolo Manco”, este otro cuento presenta al puertorriqueño que quiere salir a flote de la pobreza en la que vive. Como personaje principal está el negrito Melodía, un niño que fue víctima de la indiferencia y el discrimen de la gente por ser parte de una familia extremadamente pobre. Vivían en una humilde casa en medio de una caño y las demás personas los discriminaban y los trataban como seres inferiores. Me imagino que debió ser doloroso tener que aguantar en esa época a esas personas que en vez de tenderles la mano para ayudarlos, vivían criticando su estado social y económico. Por otro lado, vemos la inocencia del niño Melodía dentro de un mundo un poco cruel. El niño buscaba atención y aprecio, pero encuentra lo contrario: la indiferencia de sus padres y el desprecio del resto de la sociedad. Al final el niño se tira al caño tras su propio reflejo que siempre le sonreía. Este reflejo fue el único que no lo trató con apatía y Melodía quiso ir en busca de él. Este cuento me llenó de mucha pena porque es muy triste ver cómo en ese entonces la sociedad le hacía daño a los miembros como Melodía, con sus reglas injustas y la falta de compasión.

Poema "Cierto y falso"

Este poema presenta la lucha que llevaba una mujer puertorriqueña en contra de los eventos de su vida. Fue una mujer que sufrió mucho al vivir sometida a mandato de su esposo, sin tener la libertad de expresarse ni hacer lo que ella deseaba con su vida. Se percibe el dolor y la tristeza que tenía, pues no tenía amigos, su esposo no le daba el valor que merecía, tenía un vacío dentro de ella y vivía con un alto sentido de inferioridad. En esa época la mujer no tenía voz ni voto porque era considerada como un ser inferior en la sociedad y la figura de superioridad le correspondía al hombre. El que la mujer se mantuviera sumisa y obedeciera el mandato de su esposo, era aceptado; si en algún momento ella decidiera expresar su verdadero sentir, la sociedad se iría en contra de ella. No se atrevía a decir lo que sentía pensando en el “qué dirán” y se conformaba viviendo detrás de una apariencia, en la cual simulaba que era feliz y que todo marchaba bien. La mujer del poema ni siquiera pudo ver sus metas hechas realidad, porque según el poema quiso ser actriz y no lo logró. Pudo haber tomado las riendas de su vida de manera que no envejeciera con ese dolor por dentro sin poderlo sacar. Lamentablemente es una verdad que sigue vigente en nuestra sociedad cuando vemos personas que no se atreven a hablar de lo que sienten por temor a ser rechazadas u objeto de burla ante los demás.

miércoles, 14 de octubre de 2009

La muñeca menor

Indiscutiblemente, el cuento de Rosario Ferré es muy significativo porque por medio de la ficción, se describe la opresión que sufren algunas mujeres por vivir sometidas al maltrato de un hombre. En la trama se presenta a una mujer que es mordida por una “chágara” la cual le dejó una herida que nunca pudo curar porque ni si quiera el médico le pudo dar un remedio. Esta mujer tenía una sobrina que más adelante se casa con el hijo del médico. En una parte del cuento el médico le dice a su hijo que la “chágara” de la mujer fue la que le pagó los estudios por 20 años. Al leer esto me dio tanto coraje por el cinismo de este hombre. Representa no sólo el machismo que existe en la sociedad, sino también el sentido de superioridad, poder y control sobre una mujer. El sobrino del médico también presenta estas características, porque luego de casarse, trataba a su esposa como una muñeca que adornaba su casa. No le daba importancia y simplemente la exhibía ante todo el que iba de visita. Aquí se muestra cómo se es capaz de desvalorizar a una mujer al tratarla como si fuera un trofeo en exhibición.

La temática de este cuento me marcó mucho porque en esos tiempos a la mujer se le enseñaba que debía dedicarse a su hogar, a sus hijos y a su marido. Eran víctimas de un maltrato sutil o disfrazado porque quizás la agresión no era física, pero sí emocional. Para mí, estas mujeres no tenían vida. No podían expresarse, su opinión muchas veces no era tomada en cuenta, eran tratadas como un objeto ante sus esposos, y en fin, no eran ellas porque estaban sometidas al mandato de un superior (el hombre). Esto para ellas era normal porque como ya mencioné, fue lo que aprendieron en su hogar, pero yo me imagino que debe ser frustrante vivir sin tener la libertad de decir y hacer lo que uno quiera. Incluso, conozco mujeres que son víctimas de este maltrato disfrazado y no encuentran cómo salir de ese círculo vicioso en el que viven. Veo el dolor por el que pasan aunque no lo digan directamente. Hoy día la mujer se ha vuelto más independiente y ha logrado establecer una equidad entre ambos sexos, pero lamentablemente, este cambio no ha sido suficiente, pues el machismo y el maltrato a la mujer son conductas que todavía predominan en nuestra sociedad.

Documental: Latitud 18.5

La década de los 50 fue muy significativa para muchos puertorriqueños porque se dieron acontecimientos que marcaron sus vidas, tales como, la llegada de la televisión, la constitución del Estado Libre Asociado, la inauguración del aeropuerto internacional en Isla Verde, entre otros. Dichos acontecimientos narrados en el documental Latitud 18.5, cambiaron de alguna manera u otra el estilo de vida al que el pueblo puertorriqueño estaba acostumbrado.

Mis padres nacieron en esta época y mientras veía el documental traté de transportarme a la misma e imaginarme cada uno de los sucesos. Incluso llegué a hablar con mi mamá para que me confirmara los que ella vivió. También recuerdo las anécdotas de mi padre. Me contaba cómo fue la experiencia de toda su familia al comprar el primer televisor de la casa. De la misma manera recuerdo las historias de mi abuela, como el paso del huracán Santa Clara en esa época y los desastres que dejó en la comunidad, tal y como se menciona en el documental.

Quedé asombrada cuando se mostraban eventos como la primera graduación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico y la adquisición de primera medalla de plata olímpica. Todo esto me llena de orgullo porque los puertorriqueños hemos demostrado el potencial y el talento que tenemos. Por otro lado, se presenta cómo la industrialización se introdujo en Puerto Rico con el fin de mejorar la calidad de vida del puertorriqueño al darle beneficios como nuevas oportunidades de empleo. Esto se consideró como un símbolo de progreso para el pueblo.

Este documental fue muy productivo para mí, porque además de ampliar mis conocimientos sobre la historia de mi pueblo con eventos que nunca imaginé fueran a marcar tanto la vida del puertorriqueño, presentó aspectos que forman parte del desarrollo de nuestra identidad.

Poema "Insomnio"

Me parece interesante la manera en que Manuel Ramos Otero comienza las primeras líneas de su poema Insomnio: “Esta mañana llegaron los resultados de mi muerte y todavía no abro el sobre (el ataúd, debiera decir)”. Con estas líneas se puede deducir que el autor tenía una enfermedad fatal que terminaría con su vida en cualquier momento. A lo largo del poema, pude percibir el dolor que sufre el autor al narrar cómo se siente y por el tono que se presenta en el poema, llegué a la conclusión que era una persona marginada o discriminada por la sociedad. Todos los seres humanos morimos de maneras diferentes, pero en su caso, el estilo de vida que llevaba no era agradable a la sociedad y su causa de muerte (VIH o SIDA) tampoco era aceptada. Me puse en el lugar del autor y entendí su dolor porque a veces, al ser parte de una sociedad, experimentamos presiones por parte de ella (como los estereotipos o el discrimen) que nos hacen decaer emocionalmente. En el caso del autor no era lo mismo morir de un cáncer a que morir por HIV.

Además de que se sentía marginado por la sociedad, creo que otro de los mensajes que Ramos Otero nos quiso llevar con su poema es el temor que sentía por la muerte. Es evidente que ya él estaba resignado y consciente de que todos los seres humanos moriremos en algún momento dado y que su caso no sería la excepción, pero al final del poema él expone lo que considero ser la clave más importante. El único temor que tenía era que la muerte fuera “un insomnio eterno en un país fatal”. Quizás ya él estaba cansado de sufrir y esperaba que al momento de morirse, lo que le esperara fuera un lugar donde pudiera descansar tranquilo y en paz. Muchas personas, y me incluyo, nos podemos identificar con él porque anhelamos tener paz luego de morir, pero quizás hemos temido al preguntarnos qué será de nosotros después de la muerte ya que nunca la hemos experimentado.

Cráneo de una noche de verano

Cráneo de una noche de verano es un cuento que presenta a través de un hombre, el tema de la enajenación y la marginalidad que puede existir en las personas. La historia gira alrededor del personaje llamado "Güilson". Este era un drogadicto que vivía fuera de la realidad al no tener conocimiento de lo que pasaba a su alrededor. Por mencionar un ejemplo de cómo se ve esto en el cuento es cuando "Güilson” se encontraba en una avenida llena de gente reunida y uno de los que allí se encontraba le dice que estaban en la declaración del Estado 51 de los Estados Unidos (Presentando a Puerto Rico como un nuevo Estado). "Güilson” era el único que desconocía este evento y le tomó por sorpresa ya que no estaba al tanto de lo que ocurría.

Pienso que el mensaje que la autora (Ana Lydia Vega) quiso llevar con este cuento es más bien una crítica a que no debemos vivir al margen de lo que pasa en la sociedad. Es importante conocer lo que está sucediendo alrededor nuestro porque surgen situaciones que nos pueden afectar directa e indirectamente; debemos conocerlas para estar prevenidos y poder tomar acción en caso de que sea necesario.

No puedo negar que hasta cierto punto me sentí identificada con el personaje "Güilson” porque no acostumbro ver noticias ni leer el periódico regularmente y no sigo todo lo relacionado con la política del país. Me entero tarde de los acontecimientos de la Isla y en ocasiones ni me entero. Se podría decir que a veces vivo enajenada al no darle importancia a ciertos eventos ya sea porque no me han llamado la atención o porque pienso que no me afectan directamente. Leer este cuento y descubrir cuál es su mensaje me sirvió como crítica y me ha hecho reflexionar a que no debo vivir al margen de la sociedad a la que pertenezco. A todos nos debe concernir lo que sucede en nuestro pueblo para evitar ser engañados y poder defender lo que es nuestro.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La generación o sea

En el ensayo “La generación o sea”, Luis Rafael Sánchez hace una crítica a la generación que no tiene un vocabulario amplio o una buena fluidez verbal. El autor demuestra este punto presentando la contestación de un estudiante ante su pregunta sobre una novela. La contestación fue: “o sea que el personaje se suicida a sí mismo con pastillas de dormir, o sea que el personaje se mata a sí mismo, o sea con…”. Se ve claramente la falta de vocabulario, la repetición de la misma idea y de la frase “o sea”, la cual el autor define como un recurso ciego de la lengua y me imagino que se refiere a que es una frase que no completa nada y en vez de aclarar un punto lo que hace es confundir.

El autor llama “generación o sea” a aquéllos que no utilizan el vocabulario correctamente para llamar los objetos por su nombre. Muchas veces cuando nos dirigimos a alguna persona, utilizamos frases como “el deso”, “el coso”, “la cuestión esa” y “la cosa que está encima de aquello” para referirnos a algún objeto. Lo decimos con toda la seguridad de que la persona conoce a qué nos estamos refiriendo y en vez de dedicarnos a buscar la palabra correcta nos resignamos a utilizar dichas frases. Luego de leer el ensayo me acordé de un anuncio de televisión que salió un tiempo atrás, que decía “lenguaje defectuoso, pensamiento defectuoso”. Lo que tenemos en la mente es lo que usualmente decimos y para poder hablar con propiedad debemos educarnos y ampliar nuestro vocabulario.

Utilizar frases como las ya mencionadas se ha convertido en un problema en la sociedad puertorriqueña. Quizás son utilizadas por costumbre o porque es lo que aprendimos en nuestro hogar, pero la realidad es que no nos permiten comunicarnos de una manera eficaz. El autor menciona, y esto es algo con lo que estoy de acuerdo, que esta falta de vocabulario se debe a la educación ambivalente que hemos recibido. Hace falta reforzar la educación en algunas áreas para que nuestro modo de comunicación mejore, no haya confusiones y todos nos podamos entender.

martes, 1 de septiembre de 2009

Pulseando con el difícil

En su ensayo “Pulseando con el difícil”, Ana Lydia Vega hace una descripción de su educación en la niñez y a la vez, hace un debate entre dos idiomas: el inglés y el español. Hace una anécdota de la manera en que tuvo que aprender a hablar inglés en una escuela de monjas, donde hasta cierto punto se sintió obligada a aprender un idioma que no era el suyo. Me parece curioso el apodo que le dio al inglés (“el difícil”) porque sé que a muchas personas se les dificulta dominar el idioma cuando no es su lengua materna. Me imagino que para la autora también fue difícil y más si el resto de su familia y amistades le hablaban en español, creándole confusión entre los dos idiomas.

Hay muchos puertorriqueños que tienen diferentes puntos de vista al tocar el tema de los idiomas. Hay quien piensa que aprender inglés es sinónimo de progreso, desarrollo y superioridad, lo que menciona la autora en su ensayo, mientras hay quienes no les interesa aprenderlo porque quizás piensan que no les hace falta. La realidad es que la lengua materna de Puerto Rico es el español, pero el inglés se ha incorporado a la cultura y hay quienes le han dado más peso. Creo que el inglés sí es importante y beneficioso, pero no debemos quitarle mérito al español. Es por eso que estoy de acuerdo con la manera en que la autora finaliza su ensayo al cambiar su forma de ver el inglés (como algo impuesto) y verle el lado bueno. También estoy de acuerdo con lo que plantea en una parte del ensayo al decir: “Habría, en primer lugar, que declararla [al inglés] de una vez por todas y sin ambagos, lengua extranjera”. Creo que el inglés es una lengua importante para nuestro desarrollo, pero sin olvidarnos del español y darle la importancia que merece.

Al final del ensayo, la autora presenta algunas ideas para mejorar la enseñanza del inglés en Puerto Rico, las cuales me parecen muy interesantes y acertadas. La primera es que se debe establecer cuál es la lengua materna y enseñar el idioma sin imponerlo de manera que nadie se sienta obligado a aprenderlo ni nazca en ellos rebeldía hacia el mismo.La segunda es fortalecer el estudio del español ya que, según la autora: “un pueblo seguro de su lengua propia puede encarar, sin miedo y con orgullo, el conocimiento de otras…”. Creo que estas dos ideas pueden ayudar a nuestro pueblo a aprender no sólo el inglés, sino otros idiomas. Conocer idiomas como el francés, el italiano, el portugués, etc. nos abre muchas puertas y aunque no los utilicemos en nuestra vida diaria, tendremos esa semilla de conocimiento sembrada. La autora expone claramente que el ampliar la enseñanza de lenguas extranjeras es favorable para todos y creo que siempre debemos tener esas palabras en cuenta.

Documental: "Ser Puertorriqueño"

El documental “Ser Puertorriqueño” me pareció muy interesante por la forma en que describe la personalidad puertorriqueña. Comienza explicando el desarrollo de los puertorriqueños y cómo se formó nuestra identidad con la mezcla de tres razas: la indígena, la africana y la española. Además, explica claramente los rasgos que nos distinguen, como por ejemplo, el que somos un pueblo unido, alegre, entusiasta, fuerte, hospitalario y orgulloso de nuestra patria. No sólo eso, en Puerto Rico se han desarrollado personas con mucho talento, como artistas, músicos, compositores, escritores, deportistas, etc. Esto hace que cada puertorriqueño siempre esté con su frente en alto, orgulloso de dónde vino y de lo que es.

Otro de los temas presentados en el documental es el hecho de que no hace falta nacer en Puerto Rico para sentir que somos puertorriqueños. Existen muchas personas que no han nacido en la Isla, pero viven aquí y a través de los años ha incorporado la cultura y costumbres a su estilo de vida. Se sienten tan puertorriqueños como los que sí han nacido aquí. Por otro lado, están las personas que han nacido en P.R., pero han tenido que emigrar a los Estado Unidos e instalarse en lugares como Nueva York (lo que el documental describe como el pueblo más grande de P.R. ya que son muchos los puertorriqueños que viven allí). Son personas que a pesar de vivir fuera de la Isla, no olvidan sus raíces y las llevan consigo dondequiera que se encuentren.

Independientemente de dónde nos encontremos, nos podemos distinguir de otros pueblos. Nuestro estilo de vida, nuestra forma de expresarnos, la manera en que nos proyectamos ante los demás y nuestras tradiciones nos destacan y es algo que debemos conservar. Así como se presenta en el documental, debemos tener conciencia de quiénes somos y no abandonar nuestras
costumbres para lograr que nuestra cultura se mantenga a lo largo de las generaciones.

miércoles, 19 de agosto de 2009

¿Quién soy como puertorriqueña?


Ser puertorriqueña ha sido un gran privilegio para mí, ya que las costumbres y tradiciones de Puerto Rico me han hecho ser la persona que soy. En este "collage" incluí láminas de mis comidas favoritas, láminas de paisajes de Puerto Rico, como las playas, el morro y los apartamentos del viejo San Juan, mi amor por la música, la lectura, los pasadías con mi familia, etc. También presenté una lámina de la bandera del pueblo de Carolina, ya que es dónde nací y me crié, y del logo de la Iglesia de Dios Mission Board a la cual asisto desde pequeña.

En este "collage" quise representar de una manera u otra mis pasatiempos e intereses ya que éstos son factores que determinan de dónde vengo y quién soy. Todos los pueblos se distinguen de alguna manera u otra ya sea en las costumbres que tengan, su música o su talento. Características como la unidad que hay entre familias, el compartir con amistades, el entusiasmo y la alegría que existe en nosotros, el respeto que tenemos hacia nuestra cultura y el orgullo que tenemos por nuestra patria, nos definen ante otros pueblos. En fin, soy puertorriqueña no sólo por haber nacido en Puerto Rico, sino por la cultura, costumbres y tradiciones que tengo y por los valores y normas que me ha enseñado mi familia.